Es probable que a lo largo del tiempo hayamos tenido múltiples parejas que por una u otra razón al final no resultaron y el lazo que nos unía se rompió. A pesar de esto, cada que iniciamos una relación lo hacemos con esperanza, con la mejor de las intenciones, deseando que ahora sí hayamos encontrado en esa persona al amor duradero.
Así como no iniciamos una relación pensando en que va a acabar —pues de lo contrario no la habríamos iniciado en primer lugar—, es normal que de cuando en cuando nos preguntemos qué es eso que nos garantiza o que podemos usar como fundamento para creer que ahora sí hemos dado con el bueno. Incluso aunque las cosas vayan bien y en serio con alguien, a veces puede venir a nuestra mente esa espinita que nos hace dudar si en algún punto esto podrá terminar, pues aunque seamos positivos y nos sintamos seguros de lo que sentimos, esa siempre será una posibilidad.
De la misma forma, habrá momentos en los que dudemos de nosotros mismos, de si hemos hecho una buena elección o de si nos estamos engañando a nosotros mismos creyendo que sentimos algo y tal vez algún día nos demos cuenta de que no. Para estos casos en general, en los que no podemos evitar tener pensamientos intrusivos, puede ayudarnos repasar un poco nuestra relación y reflexionar ciertos momentos y aspectos que nos tranquilizarán, pues nos demuestran que estamos con la persona correcta.
Estos son:
1. Te hace sentir seguro, que si algún obstáculo se presenta, será mucho más sencillo resolverlo con esa persona a tu lado.
2. Te hace sentir amado y valorado, que eres la persona que ocupa un lugar especial en su vida y no está buscando a alguien más porque pareciera como si contigo no fuera suficiente.
3. Es la persona que viene a tu mente cuando te pasa algo y quieres compartirlo, antes de pensar en contarle a alguien más, piensas en contarle a él o a ella.
4. Se te pinta una sonrisa al pensarle.
5. De vez en cuando se aparece su rostro en tu cabeza, incluso cuando estás haciendo algo más, llega como de la nada.
6. Piensas en incluirlo en cada plan entre amigos o eventos familiares, pues aunque no sea necesario llevar un acompañante, quieres hacerlo con esa persona.
7. Te sientes cómodo cuando estás a su lado, incluso haciendo las cosas cotidianas. Cuando esa persona está en lo suyo y tú en lo tuyo, te reconforta saber que están en el mismo lugar haciéndolas.
8. No temes decir lo que piensas o ser tú mismo, el miedo al rechazo no aplica con esta persona, pues tienes la sensación de que, aunque no concuerde contigo, no te juzgará.
9. Conoces sus defectos y aun así decides mantenerte a su lado, pues sabes que, aunque no te gusten, puedes tolerarlos y reconoces que tú tampoco eres perfecto.
Se te pinta una sonrisa al pensarle
10. En los días ordinarios logra hacerte sentir especial incluso con solo una mirada.
11. Quieres mejorar su vida en todas las formas que te sean posibles y sientes que lo mismo le ocurre a esa persona.
12. Incluso cuando están en desacuerdo, logran seguir comunicándose y no permiten que eso les divida.
13. Te sientes escuchado y quieres hacerle sentir de la misma manera.
14. Si se te ocurre una nueva idea, algún emprendimiento, o te surgen ganas de empezar un nuevo pasatiempo, sabes que contarías con su apoyo.
15. Te da tu espacio cuando lo necesitas y no sientes que tu intimidad está invadida o vigilada.
Estos son solo algunos aspectos generales. Ahora que ya meditaste sobre ellos, indaga en ti qué es esa cosa particular que te hace sentir seguro respecto a que estás con la persona correcta.
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