Puede que pocos lo crean, pero la celebración de San Valentín es mucho más que decoraciones en forma de corazón, intercambiar regalos, tarjetas, chocolates, poesía o planear citas románticas y salidas con los amigos. En realidad, el día del amor y la amistad alberga en su interior ciertos valores positivos para nosotros como sociedad.
Sin duda alguna, este festejo, que tiene lugar durante el 14 de febrero, nos ayuda a recordar la importancia de la amistad y a apreciar el amor que se nos brinda. Además, en cuanto a las relaciones de pareja, específicamente hablando, se arraiga a la premisa de propiciar una base sólida en este tipo de intercambios y la construcción de relaciones saludables.
En este sentido, hay 4 grupos de valores que el día de San Valentín nos ayuda a reforzar en cuanto a las relaciones de pareja.
Amistad
El día del amor y la amistad, como bien lo dice este segundo nombre del festejo, nos habla sobre las diferentes manifestaciones de amor que hay entre los seres humanos y como uno de ellos puede ser la amistad. Así, este día se vuelve un recordatorio de la importancia que tiene fundar una relación amorosa sobre una de amistad, pues eso le dará estabilidad y complementara la forma en la que se relacionan el uno con el otro, con confianza y complicidad porque, antes que nada, serán amigos.
Compañerismo
Este es un valor que nos enseña a trabajar en conjunto, a delegar y compartir las responsabilidades para sentirnos un poco menos solos en el mundo. Gracias al compañerismo logramos formar un equipo para ir tras cuales quieran que sean nuestras metas y tener aún más oportunidad de alcanzarlas porque, como dicen por ahí, dos cabezas piensan mejor que una.
Durante el día de San Valentín se refuerza y se rememora la idea de estar juntos frente al resto, de ir y venir como el par que son. Muchas veces, pequeñas y sencillas acciones, como ayudar al otro con sus tareas para que pueda ir a la cita especial que prepararon para ese día, pasar uno por el otro o el simple hecho de hacer planes juntos y ponerse de acuerdo, fortalecen el valor de compañerismo.
Consideración y empatía
Hacer espacio para tener una cita o salida con nuestra pareja dentro un día ocupado nos habla de consideración. Al mismo tiempo que, entender cuando la otra persona está indispuesta, por el motivo que sea, para tener una celebración de San Valentín, nos habla de empatía. Estos son valores que se trabajan durante este festejo y se refuerzan en las vivencias del día a día.
Gratitud y atención
Cuando nos encontramos dentro de una relación de pareja, lo ideal es dar de nosotros mismos a la otra persona y, de la misma forma, recibir. Aunque hablemos de un intercambio balanceado, en donde los dos miembros se han comprometido en ofrecer lo mejor de sí mismos y un apoyo incondicional, es totalmente positivo reflejar gratitud hacia el otro.
Mediante pequeños detalles o regalos —los cuales basamos en lo que conocemos de la otra persona, lo que le gustará, alguna anécdota que nos haya contado en el pasado y con la cual ese presente pueda relacionarse, entre otras cosas— es como muchas de las veces tendemos a demostrar nuestro agradecimiento y la atención que le ponemos al otro por lo mucho que significa para nosotros. Y el día de San Valentín es la excusa perfecta para tener un detalle con nuestra pareja.
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